No me he podido resistir. En cuanto las vi lo único que me venía a la mente era "¡¡diy!!". Así que ya podéis rebuscar entre vuestros zapatos y encontrar unas sandalias a las que quitarles los cordones y ponerles todos los colores del mundo.
Yo lo he hecho con unas sandalias negras de goma que me encantan porque son cómodas, se lavan súper bien y aunque tienen por lo menos seis años, siguen como nuevas.
Lo primero que hice fue darle una forma más pequeña y mullida a los pompones recortándolos a menos de la mitad de su tamaño.
Después corté el cordón de antelina a la mitad (un metro y medio para cada sandalia). Y fui probando y marcando dónde colocar cada pompón. Fui añadiendo cuentas de colores entre los pompones y a las borlas y en los extremos de los cordones hice un nudo para que no se salieran.
Los pompones los pegué con la pistola de silicona y las borlas las até al cordón de antelina en la zona más alta para que colgasen sobre el pie.
Lo mejor es utilizar cuantos más colores para que destaquen mucho sobre vuestros pies playeros ;)
Pero por favor que cocada de sandalias!!! Cuando prepare los materiales ya me podía hacer una idea por donde iba la cosa, pero nunca pensé que quedarían tan sumamente bonitas, felicidades.
¡Qué bonitas! Me encantan, pero no sé cómo me quedarían a mí. Jajaja.
ResponderEliminarBesos.
¡Me encantan!
ResponderEliminarTe han quedado muy chulas! yo llevo buscando unas sandalias cómodas todo el verano para ponerles pompones y todavía no he dado con ellas :´(
ResponderEliminarPero por favor que cocada de sandalias!!! Cuando prepare los materiales ya me podía hacer una idea por donde iba la cosa, pero nunca pensé que quedarían tan sumamente bonitas, felicidades.
ResponderEliminarUn saludo. Alba.
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ResponderEliminarGuau preciosas.Me pondré manos a la obra
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