Cookies de chocolate blanco y dulce de leche

¡Buenos días!

Sé que a veces me reñís porque os tiento a saltaros las dietas. En mi defensa diré que ya no estamos en operación bikini y que... ¡me acerco a mi objetivo!

Además, cocinar me relaja mucho y septiembre estaba siendo un mes intenso ;)

Pero como os decía: cada día estoy más cerca de la cookie pefecta!

Como en todo, para gustos los colores. En mi caso, mi idea de la cookie perfecta se centra en conseguir una cookie (además de rica) que se mantenga blandita sin ser pringosa. Y experimentando, experimentando he llegado a un equilibrio entre mantequilla y harina bastante aceptable, además de un nuevo ingrediente secreto. Que va a dejar de ser secreto porque estoy encantada de compartirlo con vosotros!

Hay descubrimientos que mantengo, como espolvorear sal maldon al sacar las galletas del horno. Y hay novedades, como cambiar las chips de chocolate y los frutos secos por chunks de chocolate blanco y un poco de dulce de leche.

No me enrollo más. Os cuento mi experimento paso a paso. Primero, los ingredientes secos:

• 1 taza de harina
• 1cdta de bicarbonato
• 1 pizca de sal
• Y el ingrediente secreto... ¡Maicena! (1 cdta)

El resto de ingredientes:

• 80gr de mantequilla
• 1/2 taza de azúcar moreno
• 1/4 taza de azúcar blanco
• 1 huevo grande
• Unas gotas de extracto de vainilla
• 1 tableta de chocolate blanco troceada
• Dulce de leche (más cómodo el que viene directamente para servir)
• Sal maldon

Reduje bastante las cantidades como veis, para no acabar (como siempre) con galletas para dar y regalar. Con estas cantidades os saldrán unas 20 galletas de un buen tamaño.

Al lío:

Primero de todo y, como siempre, en un bol a parte mezclamos todos los ingredientes secos.

En un bol grande ponemos la mantequilla y la derretimos por completo en el micro con la función de descongelar para que no se queme.

Añadimos el azúcar y mezclamos bien.

A continuación añadimos el huevo y la vainilla y volvemos a mezclar bien.

Poco a poco vamos integrando la mezcla de harina en nuestra mezcla. Tiene que quedar una masa homogénea y debemos ir añadiendo la harina por partes. Aunque en este caso, al ser cantidades tan pequeñas no sería tan complicado, yo igualmente lo hice en tres partes.

Una vez está bien integrada la harina en la masa añadimos los trocitos de chocolate y removemos para que se repartan bien.

Por último ponemos el dulce de leche. Lo repartimos un poco con ayuda de la cuchara sin que se mezcle totalmente, que quede el dibujo visible e irregular.

Tapamos el bol con papel film transparente y metemos la masa en la nevera al menos unas horas. Yo hice la masa antes de cenar, la dejé toda la noche en el frigo y horneé por la mañana.

Sacamos el bol de la nevera y ponemos el horno a calentar a 180ºC. En lo que la masa pierde frío colocamos una hoja de papel de cocinar sobre la bandeja del horno y colocamos bolitas de la masa muy separadas unas de otras.

Horneamos durante 12 minutos y al sacarlarlas espolvoreamos un poco de sal maldon sobre cada una. Dejamos enfriar.

Veréis que, aún frías, siguen estando blanditas. Incluso al día siguiente y al siguiente. Y ya no sé si aguantan más porque más días no duraron ;)

Pero os recomiendo probarlas cuando aún estén calentitas y el chocolate y el dulce de leche estén medio derretidos! 

¡Que aproveche! 

¡Besos! :)