Con prisas y a lo loco

Así fue mi juernes, al que no llamo así por otra cosa sino porque fueron dos días dedicados a remediar mi torpeza con la costura.

Por suerte, hasta después de la ceremonia tuvimos sol. Para desgracia, no ayudaba mucho para las fotos con el móvil, así que no penséis que iba enfadada, era el sol ;))

Como os contaba la semana pasada, tuve un percance con la tela con la que quería hacer el vestido de la boda de este pasado fin de semana. Sin embargo, no lo intenté repetir, si no que conseguí otra tela totalmente distinta e hice un diseño totalmente distinto y, hoy os lo  cuento y os lo enseño aquí como prometí:

En principio la tela del vestido era la del fajín que véis. Era un gasa tornasolada preciosa. Imaginaos que en principio iba a ir en un tono arena muy claro y mirad que cambio de tonalidad. Ya que me ponía a cambiar, cambié totalmente.

Si os soy sincera el fajín tuve que ponerlo. No me quedó otra opción porque, con las prisas, el vestido quedó a medio terminar y tuve que ingeniármelas durante toda la boda para que no se notara. En mi bolso me acompañaron hilo, aguja y tijeras; y al final lo agradecí.

El vestido finalmente era asimétrico. Con un tirante ancho y palabra de honor por debajo. Y el tocado, ya sabéis, es de Silvia está tocada y fue todo un acierto. Encantó y ME encantó. Y encima cómodo y fácil de poner. ¿Qué más podía pedir? Gustó mucho o , por lo menos llamó la atención y sacó muchas bromas donde me otorgaban distintas nacionalidades. Os lo podréis imaginar ;))

En fin, espero poder tener tiempo de acabar bien el vestido para que el esfuerzo no haya sido en vano. Y lo que sí es que desearía tener alguna otra ocasión para ponerme el tocado. Cuando lo compré recuerdo hablar con Silvia de conjuntos mucho más casuales para llevarlo. ¿Os parece con vaqueros, camiseta básica y cuñas para alguna noche veraniega?

¡¡Besos!! :)